Parece que la derrota en la semifinal de la Champions ante el equipo de Tevez pegó duro en el plantel de Arsene Wenger. Muchos jugadores no pudieron salir de su casa de la nueva amargura en el torneo europeo. Pero ése no fue el caso del delantero danés Niklas Bendtner, quien se fue al bar Boujis, al oeste de Londres, para tomar unas copas y ahogar las penas. No se sabe qué tipo de baile hizo o cuánto tomó, pero la cuestión es que terminó sacado por los empleados de seguridad del local, con el cinturón desabrochado y los pantalones bajos.
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