Un gol de Dani Alves a tres minutos del cierre del partido metió a Brasil en la final de la Copa de las Confederaciones. Los dirigidos por Dunga superaron por 1-0 a Sudáfrica, que impuso su ritmo de juego durante gran parte del partido, y jugarán la final de la competencia el próximo domingo, ante Estados Unidos. Brasil mostró menos actitud ofensiva que en otras presentaciones y, aunque demostró destellos de su calidad, no fue capaz de acercarse con asiduidad a la meta del equipo sudafricano, que mostró más actitud al comienzo del segundo periodo y acosó a la meta rival: Julio César respondió muy bien siempre que lo probaron.
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