Fue una final con todos los condimentos. Atípica, porque el juego estuvo detenido durante más de media hora por una fuerte lluvia de granizo; peleada, porque sobre el epílogo del encuentro hubo fuertes discusiones entre los integrantes de los bancos de suplentes; también emotiva, por el desahogo de los hinchas locales que coparon el José Amalfitani. Pero, sobre todo, fue polémica: la actuación de Gabriel Brazenas, el árbitro, será motivo de discusión durante varios días, ya que el gol de Maxi Moralez llegó tras una falta de Joaquín Larrivey sobre el arquero Gastón Monzón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario