Las cosas no estaban bien en Banfield. La visita de los barras al entrenamiento durante la semana dejó en claro que la paciencia se había agotado. “El viernes vayan a apoyar al equipo, dennos 45 minutos”, les dijo Julio César Falcioni. Y así fue. La gente apoyo y le dio crédito al equipo, que respondió con entrega, actitud y puntos, que son, hoy en día, lo que más hace falta en el Taladro. Fue 3-1 en el Sur. Un 3-1 que le devuelve la sonrisa al local y que, como contrapartida, deja Gimnasia de La Plata complicado con el Promedio.
Los del Viaducto, que ya suman siete encuentros sin victorias, ganaban con gol de Cristian Pellerano, pero el Santo tucumano, en zona de descenso directo, igualó por intermedio de Matías Urbano.
Más allá de los momentos en los que el partido que los enfrentó fueron patrimonio de uno u otro equipo, la imagen que dejó el 1-1 entre Arsenal y San Martín de Tucumán en Sarandí fue la de la impotencia de ambos bandos. Porque cuando el local dominó, le costó muchísimo generar real peligro, mientras que los pocos pasajes en los que la visita se animó a adelantarse, llegó a una igualdad que podría haber terminado en triunfo si no se topaba con sus propias limitaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario