Peñarol estaba casi con la soga al cuello tras la caída del último lunes, pero se pudo recuperar ante su gente, venció a Atenas por 77-68 y ahora la final, con dos victorias por lado, vuelve a tener pronóstico incierto.
Todo quedó como al comienzo y para conocer al campeón de la Liga Nacional habrá que esperar al menos dos juegos más.
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